“Lo que buscamos es que hombres y mujeres entiendan que el machismo nos lastima a todos y a todas”: senadora Verónica Delgadillo
México es, actualmente, el país de Latinoamérica que presenta la tasa más alta de feminicidios, cerrando el 2021 con una lamentable cifra de 3.000 mujeres asesinadas, 922 de ellas por razón de género.
La senadora por Jalisco, Verónica Delgadillo, es parte de la organización política Movimiento Ciudadano y estuvo en entrevista con VISIÓN. Ella se ha destacado por su importante trabajo impulsando la agenda de género. A lo largo de su carrera política se ha preocupado por presentar iniciativas como parlamentaría con el fin de transformar las situaciones más difíciles que enfrenta su país.
Asegura la senadora que, al ocupar su primer cargo público, “estaba convencida de luchar por todo lo que me comprometí con la gente que me había dado la oportunidad de ganar”. De ahí en adelante recorrió un arduo camino al ser una de las primeras diputadas locales de su partido. Pronto se sintió identificada con estas causas y esto la llevó a encabezar la campaña “Lucha como niña”.
“Recorrimos el país con la intención de llevar esta reflexión, buscando primero enseñarles a las niñas que se tienen que sentir orgullosas de ser mujeres. Es necesario visibilizar las violencias que han sido normalizadas en nuestra sociedad, para que las niñas y los jóvenes aprendan a reconocerlas”, indicó.
El sueño de la parlamentaria es “construir un país feminista, ambientalista, incluyente, federalista, en paz, con y por las mujeres, donde las juventudes tienen su espacio y condiciones para desarrollarse, un México donde nadie se quede atrás”. Esa es la motivación que tiene en mente, por la que anhela seguir luchando y sirviendo en la política.
VISIÓN: Cuéntenos su trayectoria, ¿cómo descubrió su vocación para la política?
Verónica Delgadillo: Llegué a la política hace diez años, pero antes había sido activista. Desde joven fui muy soñadora. En la universidad me organicé varias veces con mis compañeros, con la intención de incidir en nuestra comunidad. Fui presidenta de la federación de estudiantes. Posteriormente fui senadora juvenil universitaria por el estado de Jalisco, invitando a los políticos a que fueran éticos, dejarán de hacer de la política un espectáculo y realmente se dedicaran a servir. Creé otra agrupación en ese momento y luego estuve viviendo casi dos años fuera de mi país, cuando regresé estaba convencida de querer hacer algo para ayudar a transformar la realidad. Pensé que el camino era ser empresaria, intenté poniendo unas cafeterías, pero ese no era mi propósito, no me sentía feliz. Luego, por quinta vez, conformé una organización ciudadana con la intención de generar sinergia entre los representantes, las autoridades y las personas para fomentar la participación. Entonces, en la elección de 2012, vimos a un candidato que nos parecía atractivo por lo que había hecho en el municipio de Tlajumulco y él se estaba lanzando a Gobernador de Jalisco; decidimos apoyarlo sin pedir nada a cambio.
Comenzamos a hacer equipo con él y unas semanas después me invitó a ser candidata a diputada local del Distrito donde yo nací, en la zona oriente de Guadalajara. Decidí competir ahí, no tenía experiencia, ni dinero, tampoco equipo de campaña, nunca había estado en la política, pero tenía la profunda convicción de que podría ayudar a transformar nuestra comunidad. Después de sesenta días de campaña sumamente compleja, me convertí en la primera minoría de mi partido, Movimiento Ciudadano, y la primera mujer en Jalisco que rompió el bipartidismo por votación directa para llegar al Congreso local, con una votación de casi 30.000 votos. Así fue como inició mi carrera política sin haberlo imaginado, una vez que llegué, estuve convencida de luchar por todo lo que me comprometí con la gente que me había dado la oportunidad de ganar. Luego gané la elección del 2015 y me desempeñé como diputada federal, y en el 2018 competí para ser senadora de la República. Fue una contienda bastante compleja, prácticamente yo contendía contra uno de los personajes más conocidos del estado, decían que era imposible, pero la gente confió en nosotros y más de 1.150.000 votos me permitieron ser senadora de Jalisco junto con mi compañero Clemente Castañeda y además hace más o menos seis meses me nombraron presidenta del Consejo Nacional de Movimiento Ciudadano.
Hace ya como ocho años entendí que la causa feminista era también mía, me di cuenta que las mujeres hemos sido violentadas desde que nacemos, y esto nos impide desarrollarnos en plenitud y nos pone en desventaja. Así empecé un trabajo en favor de las luchas de las mujeres, para impulsar construir la equidad entre todas las personas.
VISIÓN: ¿Qué ha significado para usted, como mujer, ser senadora?
V.D.: Debo reconocer que las cosas han cambiado mucho en estos diez años, desde el momento en que fui por primera vez legisladora. Lo que sí puedo decir es que no ha sido sencillo. Por supuesto es un mundo con profundas reglas machistas que nos han puesto en desventaja a las mujeres. Sin embargo, hemos dado pasos fundamentales como, por ejemplo, lograr la paridad total en espacios de toma de decisiones en México. Del mismo modo, se ha logrado la paridad en candidaturas, la cual ha conllevado a que hoy exista el Senado de la paridad, somos el 50% de mujeres, 50% hombres y lo mismo en el Congreso local de Jalisco. Por ejemplo, actualmente ocurre algo histórico en el Congreso de Jalisco, hay 64% de mujeres, esto nos dice que sí ha habido cambios, pues hace diez años éramos tan sólo el 22%. Inclusive por lo general en muchas mesas de trabajo político solía ser la única, y me enfrentaba contra esta violencia sistemática y estructural.
En algunas ocasiones medios de comunicación se dedicaron a atacarme por el hecho de ser mujer. Algunos expresaban “esta edecán injustificadamente ascendida a diputada”. Otros decían que era la pareja o la amante de alguien y no reconocían mi trabajo del lado de la gente que me ha permitido llegar ahí. En mis dos primeros cargos enfrente una violencia muy ruda que estigmatizaba a las mujeres en la política, una violencia que no reconocía nuestra fuerza y valor al participar, pero por fortuna fui parte de las reformas que hicieron posible que hoy estemos en el Senado de la paridad. Me tocó votar en el 2014 está paridad para que sean 50% de candidaturas de hombres y el 50% de mujeres, y siendo senadora voté la paridad transversal.
Entonces sí ha sido un camino complejo, pero también tengo que reconocer que he encontrado grandes aliados que nos han permitido avanzar en estas luchas. Quiero hacer una reflexión que siempre hago cuando estoy en el Pleno, por fin somos el Senado de la paridad, pero no va a ser suficiente si no logramos transformar la realidad en las mujeres que representamos en México.
VISIÓN: ¿Qué temas ha desarrollado en cuanto a la agenda de género y la lucha por los derechos de las mujeres?
V.D.: Estos años hemos empujado una agenda muy amplia en favor de las mujeres, cuando nos referimos a este tema, también lo entendemos como aquella que busca la justicia y la igualdad. Mi sueño es vivir en un México más justo e igualitario. Esto pasa por defender la agenda de género de las mujeres, porque cuando se genera condiciones de igualdad para ellas, se crean las condiciones para que la sociedad pueda vivir en un mejor país. En este sentido he impulsado iniciativas como, por ejemplo, prohibir el matrimonio infantil, que sigue siendo una realidad a pesar de que ya logramos su prohibición, como en Oaxaca o Chiapas, incluso una persona en Guerrero puede ir con $35,000 MXN y comprarse una niña, eso no puede seguir pasando.
En México las mujeres siguen recibiendo un pago inequitativo en relación con los hombres, ganan hasta un 35% menos por el mismo trabajo, con la misma responsabilidad, por eso es necesario que haya igualdad salarial. También hemos buscado mejorar la alerta de género como un mecanismo más eficiente para poder combatir la violencia contra las mujeres, y permitir así una verdadera articulación entre el Gobierno federal, estatal y municipal. Con este fin he impulsado la creación de fiscalías especializadas en cada uno de los estados, para que allí las mujeres puedan denunciar sin ser revictimizadas, sino que sean acompañadas para que, por supuesto, puedan encontrar la justicia a la que aspiran. En este camino legislativo también hemos propuesto que los feminicidios se cuenten bien. Actualmente se les arrebata la vida a once mujeres por razón de género, y una de ellas es una niña, no se están contando bien estas muertes, pues se ocultan como si fueran homicidios.
Estoy proponiendo que todo asesinato a una mujer sea investigado bajo la perspectiva causal de feminicidio, salvo prueba contraria, para que nos permita dimensionar las cifras reales de este tipo de violencia que tenemos en México. Del mismo modo he presentado proyectos para que se penalice todo tipo de acoso, digital y laboral. Por supuesto que creemos que la justicia punitiva no es el mejor camino, pero en una nación tan violenta para las mujeres, sí necesitamos ponerle un alto a través de condenar el acoso. He propuesto recientemente la aprobación de un permiso menstrual, para que las mujeres que están teniendo cólicos terribles durante su periodo y no pueden ir a laborar, no vayan, sin que se les descuente el día y tampoco se vean afectados sus bonos. Eso es algo que ya se acaba de aprobar en España y queremos que se repita en México. Desde hace tiempo estamos luchando por una menstruación digna, logramos de la mano de colectivas que desde diciembre los productos para la gestión del periodo no tengan IVA. Sin embargo, queremos que las niñas, mujeres y personas menstruantes tengan derecho al acceso gratuito de estos artículos, ya que hay pobreza en este sentido, el 30% de las niñas menstruantes no tienen para comprarse una toalla sanitaria. Entonces queremos que los servicios educativos les den acceso gratuito a estos productos para la gestión menstrual a quienes así lo requieran.
La pobreza hace que algunas mujeres no tengan para los productos más adecuados para gestionar su menstruación, porque deben decidir entre comprar tortillas, leche, o adquirir las toallas sanitarias. De la misma manera se pretende que haya una educación en torno a la menstruación, que este asunto sea un tema de las niñas y los niños. Pues en el país este asunto sigue siendo un tabú y las niñas sufren acoso por esta causa. Cerca del 42% de las niñas no quiere ir a la escuela en su periodo por miedo a sufrir bullyng. Entonces estamos acompañando esta agenda de menstruación digna con el objetivo de mejorar las condiciones de las niñas, mujeres y personas menstruantes en México.
VISIÓN: ¿Por qué se ha preocupado por desarrollar un trabajo con las niñas?
V.D.: Todo lo que hacemos en el ámbito legislativo tiene como horizonte el futuro. Entonces nosotros hoy reconocemos lo difícil que es ser mujer en nuestro país. Por eso tenemos que pensar en cómo hacemos para que nuestras niñas no crezcan en esta realidad y para que no sean acosadas, pues nueve de cada diez mujeres pasan por esta situación. No queremos que ellas sean discriminadas, seis de cada diez viven discriminación por el simple hecho de ser mujeres. Incluso dos de cada tres han sido violentadas a lo largo de su vida y, del mismo modo, una de cada tres niñas sufre algún tipo de violencia sexual. Esta es la realidad que tenemos que cambiar. Entonces es claro para mí que es muy importante generar mejores condiciones para nuestras niñas, ellas no tienen que pasar por lo mismo que muchas ya han sufrido. Nuestro compromiso como legisladores, es velar por el futuro de las que vienen.
VISIÓN: ¿Qué es y de dónde viene la campaña “Lucha como niña”?
V.D.: Tengo cerca de cuatro años impulsando esta campaña que llamamos “Lucha como niña”, surgió en el Día Internacional de la Niña del 2018, fue la primera vez que hicimos ese planteamiento. Hay que reconocer que el lenguaje perpetúa la violencia. Les invito a reflexionar en lo siguiente: cuando alguien dice “Tú eres como niña, o pegas como niña”, pensamos que es una ofensa pues pareciera que se quiere agredir a la persona. Cuando una persona se refiere a otro como: “pareces una niña” es un insulto porque no le están reconociendo sus capacidades ni habilidades. Para empezar, queremos que las palabras sirvan como una herramienta para combatir las violencias, reconocer cómo luchamos las mujeres, es decir, reivindicar la forma en que hacemos las cosas y cómo nosotras procuramos todos los días salir adelante con capacidad, inteligencia, valentía, decisión y fuerza. Con esta campaña, queremos que los hombres se sientan orgullosos de decir que luchan como niña y que lo digan reconociéndose como valiosos, valientes, exitosos y capaces. Hemos emprendido una serie de charlas en torno a “Lucha como niña”, de las cuales estamos a punto de llegar al número cien. Recorrimos el país con la intención de llevar esta reflexión, buscando, primero, enseñarles a las niñas que se tienen que sentir orgullosas de ser del género femenino. Es necesario visibilizar las violencias que han sido normalizadas en nuestra sociedad para que las niñas y los jóvenes aprendan a reconocerlas. Lo que buscamos es que hombres y mujeres entiendan que el machismo nos lastima a todos y a todas. El machismo asesina y violenta mujeres y les quita la libertad a los hombres de ser lo que quieren ser y de expresar sus emociones. Lo que buscamos en estas charlas es que se hagan corresponsables, no todos los hombres son violentadores, pero hay muchos que sí lo son y es necesario que ellos rompan los ciclos de violencia.
VISIÓN: ¿Cómo analizar la violencia que sufren las mujeres en México?
V.D.: Esto nos tiene que preocupar y ocupar a todas las personas, a los legisladores y a las autoridades, pero también a la sociedad en general, que cada día se les quite la vida a once mujeres por razón de género es algo muy lamentable. Esas mujeres tenían una historia, una familia, un rostro y muchos sueños, y han sido asesinadas en su mayoría a manos de aquellos que dicen amarlas, esto nos refleja un gran problema estructural de violencia. Feminicidio es la última parte de una cadena de series de violencias que vivimos las mujeres en México. Esta empieza quizá con el acoso, la agresión, con tocamientos indebidos, bofetadas, violencia psicológica o económica. Por otro lado, hoy tenemos un Gobierno Federal que ha invisibilizado las violencias que vivimos las mujeres, pues ha impulsado una serie de decisiones aberrantes que las ponen en mayor desventaja, y que también permite que se siga perpetuando la violencia. Por ejemplo, el Gobierno desapareció el apoyo para guarderías y estancias infantiles, lo cual es una herramienta probada que permite que las mujeres tengan acceso al trabajo, para que puedan participar en la vida económica, política y social, para que sigan aportando. Algunas no podrán salir a trabajar o tendrán que dejarlos con personas que no tienen la capacidad o las herramientas para poder cuidar perfectamente a las niñas y a los niños. También se retiró todo el apoyo a refugios de mujeres violentadas. Esos lugares son vitales. Cuando digo vitales, no exagero, hay mujeres que tienen su vida en peligro y salen corriendo de su comunidad o de su entorno y buscan un espacio seguro para ellas y sus hijos. Hace unas semanas le quitaron el apoyo que se tenía a las escuelas de tiempo completo donde los niños recibían alimento y también clases por la tarde. Hay muchas decisiones equivocadas y cada vez que las feministas o los grupos que tenemos esta agenda alzamos la voz, el Gobierno lo desestima y dice que es buscamos desestabilizarlo. Él cree que se trata de él, cuando lo que queremos hablar es de una realidad que nos lastima a las mujeres, eso es preocupante. Con estos ejemplos vemos cuál es la situación, pero NO hay una perspectiva muy positiva, por lo menos a nivel federal de que esta circunstancia se puede mejorar.
VISIÓN: ¿Qué temas ha estado trabajando o pensado a futuro?
V.D.: Otra de las luchas que yo abrazo, con todo mi corazón, es la del medio ambiente y el cuidado de la naturaleza. Estamos buscando proteger nuestros recursos naturales y que la naturaleza sea reconocida como un ente con derechos, para poder lograr la transición energética y, lo más importante, tener un nuevo trato verde en nuestro país.
VISIÓN: ¿Cómo sería ese país con el que usted sueña?
V.D.: Hace más de dos años, en Movimiento Ciudadano, dimos un llamado a la sociedad entera, a los activistas, especialistas y académicos, para que juntos nos imagináramos el país de nuestros sueños. Este llamado lo hemos denominado “la evolución mexicana”. Es una hoja de ruta para construir un país feminista, ambientalista, incluyente, federalista, en paz, con y por las mujeres, donde las juventudes tienen su espacio y condiciones para desarrollarse, un México donde nadie se quede atrás. Desde hace dos años hemos estado trabajando para tener ese plan muy claro. Esa es la plataforma política con que competimos en el proceso electoral en el 2021, y va a ser este proyecto de país que le vamos a presentar a México en el 2024, yo soy la coordinadora de estos esfuerzos. Nosotros creemos que tener otro México sí es posible, pero esa creación y construcción es corresponsabilidad de todos, y las autoridades tienen que asumir un papel muy importante en hacer lo que les toca para poder consolidar esta visión. Pero también tenemos que trabajar de la mano con la sociedad, la ciencia, los expertos y con todas aquellas personas que aman a nuestro país. El México que nos imaginamos es un México en evolución, uno que tenga esta visión socialdemócrata que permita construir la nación a la que todas y todos aspiramos.