Como saben los lectores desde hace tiempo, he sido un gran fan de Lee desde que era un niño. Bruce Lee era más sabio que su edad y llenó mucho su corta vida.

Puse una de sus citas en las paredes de nuestra antigua oficina en Santiago. Dice así: "Al diablo con las circunstancias; yo creo oportunidades".

Esta idea es especialmente adecuada para los tiempos que vivimos. Es fácil sentirse increíblemente frustrado por el estado del mundo en estos momentos.

Los "expertos" al mando -ya sea en los medios de comunicación, la Reserva Federal, las empresas tecnológicas, etc.- nos han llevado por el mal camino y han permitido que se produzcan consecuencias devastadoras. La inflación masiva, el conflicto en Europa, la fractura de la sociedad a lo largo de líneas ideológicas, médicas y de color de piel, la debacle en Afganistán...

Todos ellos fueron diseñados por los "expertos" al mando, y ninguno más que la respuesta a Covid-1984, que puso de rodillas a la economía mundial.

Tradicionalmente, la gente ha confiado mucho en los expertos.

En Estados Unidos, los medios de comunicación ocupaban un lugar de gran estima; el presentador de CBS News, Walter Kronkite, era citado a menudo como "el hombre más fiable de América".

Y aunque siempre ha existido un sano escepticismo sobre el gobierno, recuerdo una época en la que la gente pensaba en gran medida que los políticos tenían en cuenta sus intereses.

Me atrevería a decir que nada de esto es ya cierto. La confianza en los medios de comunicación, en las empresas y, sobre todo, en el gobierno se ha erosionado drásticamente en los últimos dos años.

Si alguien se digna a ser un "experto" en estos días, las antenas se ponen en alerta máxima. Esto nos da una gran indicación de la destreza de los llamados expertos, especialmente cuando se trata de su manejo de la economía (o la falta de ella).

Hoy también hablamos de hacia dónde se dirigen las cosas en la economía, cómo hemos llegado hasta aquí y, lo más importante, cómo mantener una perspectiva clara y racional.

Es irritante y a veces exasperante ver a dónde nos han llevado los expertos.

Pero es importante recordar que el mundo no se está acabando.

Para cualquiera que tenga el valor y la disciplina de aceptarlo, hay una abundancia de oportunidades ahí fuera.