Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, anunció que su país había iniciado negociaciones con China para alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC). “Se ha recibido una respuesta formal por parte de la República Popular China aceptando avanzar en un TLC” expresó el mandatario. Con esta decisión la nación suramericana pretende negociar directamente con el gigante asiático, aunque su intención es no salirse del marco del Mercosur.

China es el principal destino de las exportaciones uruguayas, se calcula que el monto en dólares de supera los 2.100 millones. Los productos de exportación son, principalmente, la carne vacuna, soja y pasta de celulosa.

Hasta ahora Beijing había afirmado que no cerraría ningún acuerdo con ese país si alguno de los demás miembros del Mercosur estuviera en contra. Sin embargo, todo parece indicar que el Gobierno chino firmará el TLC con Montevideo, sin prestar demasiada atención a las rencillas que pueda causar esta decisión entre los demás miembros del bloque económico.

Proteccionismo de Mercosur pone trabas al desarrollo del Uruguay

El sesgo proteccionista, los controles de cambios a las importaciones tanto de Brasil como de la Argentina, especialmente de este último, son considerados para la dirigencia uruguaya como barreras en el desarrollo económico del país oriental.

El embajador uruguayo en Argentina, Carlos Enciso, dijo en diálogo con medios locales que “el Mercosur para Uruguay tiene un límite, un techo. La balanza comercial es tres a uno favorable a Argentina. En muchos aspectos, como alimentos, tenemos productos muy similares a los que producen aquí. Nuestro crecimiento no va a estar en la exportación a la región (…) tenemos que buscar salir de la zona para poder crecer aún más en otros mercados”, indicó el diplomático.

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Para Buenos Aires negociaciones uruguayas con China llevan a "ruptura institucional"

Argentina se opone firmemente a este acuerdo entre Uruguay y China. Según el país gaucho se debe respetar el acuerdo básico del bloque de que ningún país puede negociar por su cuenta tratados comerciales, sino que todo debe ser hecho en bloque, como lo establecen los protocolos de Ouro Preto.

El Gobierno de Alberto Fernández respondió con dureza al anuncio de Montevideo. "Uruguay es soberano, y puede hacer un acuerdo bilateral con China por afuera del Mercosur, o puede seguir dentro del bloque. La normativa es muy clara: los acuerdos se hacen en bloque, y no de modo bilateral", declaró Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo de la Argentina.

"Estamos abiertos a conversar, pero el marco del Mercosur se rige por la regla del consenso, que negocia en bloque, no de modo individual", añadió Kulfas.

Para el Gobierno argentino un TLC entre China y uruguay pondría en jaque a la industria local, ya que implicaría un desmoronamiento de hecho de los aranceles que hoy por hoy impiden el ingreso de mercaderías procedentes del país asiático. Quitar estos aranceles provocaría un flujo de mercancías que pasarían desde Uruguay a la Argentina, perjudicando la producción nacional.

Martín Guzman, ministro de Economía argentino, declaró en una reciente cumbre del Mercosur ante sus pares de Uruguay y Brasil que “hay un gran valor al trabajar como bloque, que requiere reconocer que hay asimetrías. Argentina reconoce las distintas situaciones que están experimentando los distintos países del bloque. Por eso es importante reconocer la necesidad de la flexibilidad para lidiar con esas situaciones. Pero también es fundamental no olvidar que a la integración la estamos pensando como un medio para el fin del desarrollo”.

¿Disolución del Mercosur?

Para algunos expertos de concretarse el TLC entre Uruguay y China este marcaría el fin del Mercosur. Si el país oriental quiebra la unidad del Mercosur, firmando este acuerdo bilateral con Beijing por fuera del bloque, este sería un golpe devastador para las industrias de la Argentina y el Brasil.

Es claro que, sin una adecuación previa de las restricciones impositivas y regulatorias locales, no será fácil competir con productores chinos que desde hace más de una década y media gozan de generosos subsidios a la exportación y diversos beneficios impositivos.

Así las cosas, parece ser que el gobierno uruguayo tiene decidido no dar un solo paso atrás en su estrategia de flexibilización del MERCOSUR. "Si todos no están de acuerdo, el Mercosur no avanza. Justamente lo que nosotros estamos planteando va directamente a atacar ese punto: los que no quieren avanzar por determinada razón que le den lugar a alguno de los socios para que avance", dijo el presidente uruguayo.

Si Montevideo concreta el TLC con Beijing los sectores industriales de los países vecinos lo percibirán como una grave amenaza. Este acuerdo marcaría el fin del Mercosur tal como lo conocemos.