La incertidumbre de los migrantes venezolanos tras la elección del nuevo presidente de EE.UU
La migración venezolana hacia Estados Unidos a través de México ha alcanzado dimensiones alarmantes. En 2023 se registraron 334,914 detenciones en la frontera sur, lo cual demuestra un aumento en los flujos migratorios y una crisis humanitaria sin precedentes. Este hecho está vinculado a la grave crisis política y económica que atraviesa Venezuela, donde millones de personas se ven obligadas a abandonar su país en busca de mejores condiciones de vida.
México es ahora el principal país de tránsito y ha visto un incremento significativo en la presencia de venezolanos en su territorio. Esta situación ha sobrecargado las capacidades del Instituto Nacional de Migración (INM).
En entrevista con VISIÓN, el analista internacional Adolfo Laborde explicó que el gobierno mexicano, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, ha adoptado una postura humanista en cuanto a la migración, comprometiéndose con el respeto de los derechos humanos. Sin embargo, las políticas migratorias han sido sometidas a constante presión, sobre todo por parte de Estados Unidos, lo que ha llevado al endurecimiento de las medidas.
La situación se complica aún más con el contexto político estadounidense tras las elecciones presidenciales; se especula sobre un posible cambio en la administración que podría modificar drásticamente las políticas migratorias.
Laborde indica que la presidenta Sheinbaum enfrentará nuevos desafíos, no solo para gestionar el flujo migratorio, sino también para mantener relaciones diplomáticas estables con el gobierno de EE.UU., independientemente de quién gane las elecciones.
VISIÓN: ¿Cuál es la situación actual en México debido a la llegada y tránsito de venezolanos por el país? ¿Cómo han manejado los últimos gobiernos esta situación?
Adolfo Laborde: Ha habido un proceso muy complejo en el fenómeno migratorio de muchos latinoamericanos, especialmente venezolanos. Se ve a lo largo y ancho del país la presencia de estos grupos vulnerables, lo cual antes era un proceso invisible porque no mucha gente se quedaba en las diferentes ciudades, pero hoy vemos presencia de venezolanos y de personas de otras partes de América Latina y del mundo.
Esto ha sobrecargado las capacidades de los diferentes municipios y estados del país y también del Instituto Nacional de Migración (INM). Es un tema que ya salió a la luz, y el ciudadano mexicano común sabe que hay una situación difícil.
Además, venimos de un escándalo del INM en sus estaciones migratorias, donde se violaban los derechos humanos. Se ha tratado de humanizar este fenómeno; sin embargo, no existen las capacidades suficientes, ya que la oficina encargada de atender a los migrantes o refugiados es una oficina mexicana que lleva muchos años trabajando y se originó en los años 80, cuando había una gran cantidad de migrantes guatemaltecos en México. Hoy en día, esta no tiene la capacidad ni el presupuesto para atender las demandas de una gran cantidad de migrantes.
La política migratoria de este nuevo gobierno está orientada al respeto a los derechos humanos; sin embargo, como sabemos, hay una gran cantidad de presiones políticas por parte de los Estados Unidos, lo cual ocasiona que sea restrictiva y policial, estableciendo un cierre de fronteras y una estrategia de disuasión para estas caravanas, además de programas de cooperación, como “Quédate en México”. Este tipo de programas se podrían retomar en caso de que Donald Trump llegue nuevamente a la presidencia.
VISIÓN: ¿Qué dicen las leyes internacionales acerca de la responsabilidad de las naciones ante situaciones masivas de migración como la venezolana?
A.L.: Para entender esta pregunta, debemos abordarla en dos sentidos. En primer lugar, aunque existen organizaciones como las Naciones Unidas que abogan por un trato más humano hacia los migrantes, también hay países con políticas más restrictivas debido a ciertos procesos históricos. En este caso, es necesario comprender la coyuntura que enfrenta México.
Se han saturado los diferentes puntos de cruce y, como resultado, la frontera norte de México y sur de Estados Unidos se han convertido en áreas de concentración de estas poblaciones flotantes, que esperan por una visa humanitaria o algún proceso migratorio. Esto genera una mayor presión para las autoridades mexicanas.
La ley migratoria establece que, para integrarse al territorio mexicano, es necesario pasar por un cruce fronterizo y contar con una visa. Sin embargo, en caso de no ser posible, alguna organización mexicana otorga permisos o facilidades, aunque estas autorizaciones son insuficientes para el número de migrantes, lo que ha sobrepasado todas las capacidades del Estado mexicano.
VISIÓN: ¿Cómo ha impactado la migración a nivel interno en el país?
A.L.: La multiplicidad de nacionalidades ha convertido este fenómeno en algo visible, que antes no se observaba en las calles como hoy en día en México. Son grandes cantidades de personas pidiendo ayuda, hospedándose de manera irregular en parques y jardines, y en algunos refugios que las autoridades locales han habilitado, lo que ha visibilizado el fenómeno.
Esto ha provocado que algunas personas, que no están familiarizadas con el fenómeno migratorio, se quejen, lo que ha generado políticas restrictivas y de presión policial. No ayuda el hecho de que el presupuesto del INM es insuficiente, y que actualmente se encuentra en una etapa muy compleja. Además, el director de este organismo está por cambiar, pero el problema ha sido exacerbado por sucesos políticos en América Latina, como la situación en Venezuela, y la delicada situación económica en Haití. También está el caso de los cubanos, quienes, antes de salir por mar, ahora cruzan a través de Centroamérica o Sudamérica y pasan por México, lo que ha incrementado la presión sobre el gobierno mexicano para administrar o controlar esta situación.
VISIÓN: ¿Cómo cree que va a manejar la situación de la migración venezolana la presidenta Sheinbaum cuando se sepa el resultado de la elección en EE.UU.? ¿Cómo impactaría esto en las relaciones diplomáticas entre ambos países?
A.L.: La política de la presidenta Sheinbaum es de corte humanista y de respeto a los derechos humanos. En un primer momento, parece que intentará controlar y disuadir, pero, conforme se den las diferentes oleadas de migrantes, se regresará a la política restrictiva y de control. Cabe mencionar que los migrantes se unen en caravanas por razones de seguridad y organización; es más fácil dialogar con las autoridades migratorias en grupo que de manera aislada, lo cual hace que el problema sea aún más complejo.
Es probable que haya más presión para las autoridades mexicanas; el comisionado de inmigración del distrito sigue siendo el mismo de la administración pasada. La presidenta ha dicho que habrá continuidad en muchas políticas, y la migratoria posiblemente sea una de ellas. Sin embargo, se habla de un nuevo titular, un exgobernador de Puebla, estado que también ha experimentado el fenómeno migratorio de mexicanos que emigran a EE.UU., lo cual podría aportar sensibilidad en este tema.
VISIÓN: ¿Cuál es la diferencia entre las políticas que implementaría Kamala Harris y las de Donald Trump?
A.L.: Con el señor Trump habría una repatriación masiva y expulsión de migrantes, por lo que habría que ver cuáles serían las condiciones de estancia en Estados Unidos para la comunidad sin documentos.
En el caso de la señora Harris, se trataría de una política más laxa, eliminando ciertas condiciones y bonos migratorios, y administrando la migración por partes. Si Trump ganara, el cambio sería drástico, y es por eso que hay muchas caravanas tratando de llegar a Estados Unidos antes de que él asuma el poder en caso de ganar.
Si no gana, la migración seguirá aumentando debido a las condiciones políticas internas de los países de origen, lo cual afectará las políticas migratorias de México.
VISIÓN: ¿Cómo va a tratar de mantener las relaciones diplomáticas la presidenta mexicana en buenos términos ante las posibles imposiciones del próximo presidente de Estados Unidos?
A.L.: La actitud será de cooperación y diálogo, pero la presidenta Sheinbaum no aceptará la imposición de un plan unilateral por parte de Estados Unidos, como ocurrió en la administración pasada. Con el canciller Marcelo Ebrard hubo un acercamiento, se reforzaron las fronteras y se implementó un control migratorio junto con la movilización de la Guardia Nacional.
Por ahora, hay continuidad en la recepción y apoyo mediante tarjetas temporales de cruce otorgadas a través de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. No obstante, las capacidades han sido superadas, y esto generará presiones políticas.
VISIÓN: El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ha dicho que ha identificado a más de 600 inmigrantes que podrían estar vinculados con la banda delincuencial venezolana Tren de Aragua. ¿Cuál es su análisis al respecto, y qué medidas se podrían implementar desde el gobierno de México y otros para impedir el paso de este tipo de personas?
A.L.: Es conocido que existen grupos organizados detrás de los flujos migratorios. Hay organizaciones dedicadas al tráfico de personas, y este es un negocio millonario.
Recientemente, el Gobierno del Estado de Chihuahua, en el norte del país, anunció la creación de un grupo especial para combatir específicamente esta banda venezolana. Es difícil neutralizar estas organizaciones, ya que suelen ser redes internacionales que operan en América Latina y tienen células en México. Varias agencias en diferentes estados ya están trabajando en este combate.
VISIÓN: ¿Cómo ve las elecciones en Estados Unidos? ¿Qué posibilidades hay de que gane Trump?
A.L.: Las elecciones están complejas, con un empate técnico. La política migratoria restrictiva de Trump para ganar más votantes representa un riesgo para la estabilidad. Si bien es cierto que cada país puede regular sus leyes y tiene derecho a ser soberano, los derechos también deben ser respetados. Todo proceso debe ser verificado a través de la cooperación internacional, como la de ACNUR. Además, no se puede actuar de manera unilateral expulsando a personas que buscan mejores condiciones de vida.