Abelardo De La Espriella

Cuando hace seis meses atrás el hoy candidato presidencial Abelardo De La Espriella empezó hablar de sus ganas de ser presidente de los colombianos y suposible aspiración a la presidencia, le dije a su padre, mi buen amigo y contertulio Abelardo De La Espriella Juris, que si Abelardito seguía hablando como venía haciéndolo no solo duro, sino diciendo con oralidad convincente, sería el presidente de los colombianos, porque lo que dice es lo que el pueblo quiere oír; soluciones a tanta inequidad e injusticia.

Que los problemas que aquejan a Colombia tienen unas soluciones prácticas, alejada del discurso político que llevaban cientos de años la clase política prometiendo, mientras crece la pobreza, la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción política y la impunidad.

Problemas que sin duda se agravaron en el pésimo gobierno de Gustavo Petro. Tal vez esta sea la razón principal de querer el candidato de la Espriella aspirar al cargo. Su discurso calo, gusto, y muchos nos dimos cuenta que esa era el hombre que necesita en este momento la república.

Es el tiempo exacto que venga un candidato no salido de la nefasta y abominable clase política, diciendo las cosas que el pueblo quiere oír, palabras venidas de un “outsider”, alejado de los clanes políticos, hartó elmismo como lo estamos todos de los partídos políticos tradicionales y no tradicionales. La política en Colombia se convirtió en un gran negocio de donde todos pelechan.

Conociendo como lo demuestra su trayectoriaprofesional Abelardo es un hombre que ejecuta sus sueños de manera muy exitosa, muchísimos logros personales y empresariales que son orgullo.

Al candidato lo acompaña su conocimiento propio de la constitución y el funcionamiento del Estado, y el de saber y querer rodearse de los mejores, posee una gran oralidad, no la “veintejuliera” y mentirosa de siempre, que nos tiene hastiada y al borde de la ira, sino un discurso muy coloquial, directa, sin ambages y con breves diagnósticos pero profundo proceder ejecutor.

Nada más delicioso oír acabar con la JEP, tribunal judicial que es una vergüenza para el 95% de los colombianos. Nada más placido que oír poner el espejo retrovisor para ajusticiar como se lo merece Roy Barrera, Benedetti, Montealegre, Petro y todos sus familiares y tantas alimañas que tanto daño han hecho a la patria. Castigarlos con pronta y eficiente justicia.

Nada más placentero porque se harán exploracionesde Petróleo. Nada más delicioso que poner tras las rejas al personaje más malo y nefasto que ha parido elsuelo colombiano; Juan Manuel Santos.

Nada más agradable que reducir el Estado en un 40% y limitar prácticamente su existencia solo para regularlas reglas de juego y hacer justicia. Nada más exquisito que el expresidene Uribe sea su ministro de defensa o que Mafe Cabal sea Canciller. En fin, tantas cosas que hay que cambia par llevar a los colombianos a la felicidad y una vida digna.

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Autor

Gabriel Rodríguez

Arquitecto, escritor.