Post

Lua multifacética y apasionada por la música

Lua de Morais es actriz, cantante, compositora y productora brasilera. Se ha desempeñado en la televisión como animadora y artista; habla tres idiomas: inglés, español y portugués. Es conocida por su participación, en 2005, en el programa de talentos de TVN Chile Rojo Internacional y, principalmente, porque ha desarrollado una importante carrera musical.

Ella descubrió desde la adolescencia su talento para componer canciones. Sus apuntes, tan inspiradores, luego se convirtieron en un libro de poesía que llegó con gran éxito a su público. En entrevista exclusiva con VISIÓN, de Morais indicó “La verdad que no sabía qué tan valioso era lo que escribía, porque después no volvía a leerlo”.

Hace unos años la brasilera se radicó en Estados Unidos, donde ha encontrado una plataforma más amplia para impulsar su carrera, aún más que en Latinoamérica. “En Estados Unidos, en general, se valora mucho más el arte, la creación y la individualidad artística”.

Lua aún se encuentra en la búsqueda de su identidad musical. Su ilusión a través de su arte es, según ella, “que me recuerden por cualquiera de estas cosas que me apasionan y que hago con mucho cariño, me encantaría saber que hice cierto tipo de diferencia, y que la vida fue un poquito más luminosa y menos triste por lo que yo pude entregar. Esa es mi meta, es mi sueño”.

VISIÓN: Tiene una carrera artística muy integral ¿Cuál de estas facetas es la más importante en su vida?

Lua de Morais: La música siempre fue lo primero, siempre lo ha sido.

VISIÓN: ¿Qué artistas han sido su inspiración hacia el pop y la bossa nova?

Lua de Morais: Cuando conocí a mi padre tenía 26 años, y fue él quien me motivó muchísimo a escuchar este género musical. Yo escribía canciones desde niña y estuve claramente más ligada al pop, pero me enamoré cuando descubrí la bossa nova y el jazz.

Entonces, prácticamente cuando conocí a mi papá tuve una conexión y un descubrimiento de mis raíces musicales brasileras. Así que fue algo grande, no hay un artista en particular, me influenciaron creadores de la bossa nova como: Vinicius de Moraes, María Creuza y Toquinho, entre otros muchos exponentes. Tuve la oportunidad de escuchar bastante esta música para luego empezar a cantar y llevar mis creaciones más cerca de ese estilo.

VISIÓN: ¿Cómo descubrió que tenía talento musical y artístico?

LDM: Mi padrastro, que era argentino, fue quien me educó. Mi madre se casó con él cuando yo tenía dos años. Mi padrastro era músico y estaba siempre con su guitarra cantando, por lo que desde muy chica recuerdo que siempre hubo música en mi casa. Entonces, probablemente, se lo debo a él. Ese contacto estrecho y directo con la música, fue algo inevitable. Lamentablemente falleció cuando yo tenía 12 años.

Mi mamá pensó que iba a ser bailarina, porque según ella, yo bailaba muy bien, pero me gustó cantar e inventar canciones desde niña. No recuerdo cuando fue la primera vez que canté, ella conserva fotos mías cuando tenía dos años y aparecía cantando en televisión, así que no tengo el primer recuerdo.

VISIÓN: ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en la televisión como animadora y actriz?

LDM: La primera vez que tuve contacto con la televisión fue bastante chocante. Me impresionó salir a la calle y que la gente me pidiera autógrafos, es bien fuerte en realidad estar en un programa cuando es muy exitoso, como el caso de Rojo fama contra fama.

Después estudié teatro cuando ya estaba grande, tenía 32 años, dije: “quiero ser actriz”. Me puse a estudiar con jóvenes de 20 años y después de esa experiencia disfruté mucho más lo que es la televisión y la comunicación. Estar allí me dio herramientas de confianza para perder el miedo al ridículo, pues con el tiempo no me ponía nerviosa. Al principio tenía pánico escénico, cuando me tocaba cantar yo temblaba, y no me salía la voz.

Hay muchos elementos que te da el teatro y sirven para todo en la vida; cómo pararse ante una cámara, responder una entrevista o hacérsela a otra persona. Además de poder “tirar la talla”, como dicen en Chile, y tener la capacidad de contar algo relajado, tener sentido del humor y ser espontáneo, todo eso se lo debo a esta rama de las artes escénicas.

Aprender de esta disciplina es algo que parece muy lejano o puede verse casi un juego, aunque a veces no lo toman en serio, en verdad es algo increíble que cualquier persona, en los distintos rubros o profesiones, deberían estudiar. Aunque sea un taller de teatro le serviría mucho para enfrentarse ante la vida, el jefe, lo recomiendo mucho para cultivar y desarrollar la personalidad.

VISIÓN: Usted se ha desarrollado en varias áreas en su vida y además hablas tres idiomas: español, inglés y portugués, ¿cómo ha hecho para aprovechar esta ventaja y llegar a distintos públicos con lo que hace?

LDM: Gracias a Dios hoy existe el internet, porque a través de él puedes llegar a cualquier país del mundo. He tenido la suerte de contar con oportunidades donde puedo explotar eso. Yo trabajo para el canal de YouTube infantil más grande de Latinoamérica, donde hago la voz en español, portugués y ahora en inglés, además realizo las traducciones de las canciones infantiles.

Tuve mucha suerte de aprender inglés de muy chica, porque mi madre es profesora de esta lengua y siempre nos habló en ese idioma a sus ocho hijos. Por otro lado, viví en Argentina y aprendí naturalmente español porque mi mamá se casó con un músico argentino.

Bueno, además mi mamá es brasilera y nuestra familia siempre estuvo allá, eso nunca lo dejé. Creo que tuve la fortuna de tener contacto estrecho con varias culturas, y aprender estos idiomas que me han servido al día de hoy para tener una fuente de trabajo.

Post Image
Lua de Morais es actriz, cantante, compositora y productora. Se ha desempeñado en la televisión como animadora y artista.
Post Image
Hace unos años la brasilera se radicó en Estados Unidos, donde ha encontrado una plataforma más amplia para impulsar se carrera.

VISIÓN: ¿Por qué empezó a dirigir su música al público infantil?

LDM: Las producciones infantiles no me las adjudico, porque no soy la productora, únicamente hago la voz. Entonces, eso fue una oportunidad de la vida, que me dijeron un día “necesitamos una cantante brasilera que grabe estos discos para niños”, y yo acepté.

Fue así como llegó a mi vida sin buscarlo. Me he dedicado mucho a esta labor los últimos años, de eso mantengo a mis hijos. Es algo muy bonito que la vida me regaló. Esas producciones propias fueron parte de un largo camino. El primer disco lo saqué los 28 años. Me postulé a un fondo que da el Consejo de cultura en Chile, se llama Fondart, que apoya proyectos de poesía, libros, teatro, música y cine. Para esto hay que presentar un proyecto y si encuentran que tiene algo novedoso, destinan dinero para llevarlo a cabo. Así logré hacer el primer disco gracias a este fondo, y desde allí pensé: quiero hacer otro y otro más.

Gracias a Dios siempre he tenido músicos y productores increíbles apoyándome. Hoy hablaba con mi amigo Marcelo acerca de que mi vida ha sido como un taller, porque he aprendido mientras hago, experimento y creo cosas. He ido madurando a medida que avanzo en mi trayectoria.

He realizado siete discos, algunos son parecidos y otros distintos. Hice una producción triple acústica grabada en vivo, una grabación con estilo electrónico para hacer deporte y otra de baladas en los tres idiomas. Este ha sido un recorrido interesante en el cual he realizado prueba y error, pero siempre con el objetivo de transmitir mucho amor a mis oyentes y enviarles el mensaje de que no se rindan y luchen por sus sueños, pues es lo más importante la vida.

VISIÓN: ¿Cuánto lleva de carrera musical?

LDM: En teoría podríamos decir que más o menos quince años. Porque me separé de mi primer marido a los veinticinco, y en esa edad empecé mi carrera profesional, porque antes de eso me dedicaba a ser madre, era muy chica todavía. En ese momento inicie a tratar de ganarme la vida. Tengo cuarenta y uno, podríamos decir que son quince o dieciséis años.

VISIÓN: ¿Cómo ha logrado impulsar esa carrera a nivel latinoamericano y qué obstáculos ha tenido que enfrentar?

LDM: Gracias a Dios existe el internet, porque sin él sería muy difícil intentar tener una carrera, a menos que estés en un gran sello discográfico, que ahora casi no existen. Tampoco la radio es tan escuchada como antes, todo es online.

Así que gracias a esto cualquier persona que tenga las ganas, el talento, o sea lo suficientemente disciplinado y persistente, puede tener una oportunidad. Así como hay artistas de todo estilo, también hay público. Cuesta quizás encontrar ese nicho, un estilo propio, un sonido y una voz única.

Yo todavía, con cuarenta y un años, estoy buscando esa marca, todo ha sido como un experimento, porque hoy siento algo y lo canto, pero mañana quizás voy a sentir otra cosa, y voy a cantar sobre eso. Creo que voy a estar siempre en ese proceso de autodescubrimiento, y entregando lo que sienta en ese momento particular.

Estoy todavía en esta búsqueda artística de una identidad, por decirlo de alguna forma, más allá de creadora de canciones, porque eso lo voy a ser siempre. Es fundamental como artista tener un sello, si es bossa nova, jazz, pop o rock.

A menos de que siempre uno haya tenido muy claro lo que quiere, que no le guste nada más y sea muy bueno en eso, le inquietaran más cosas y va a querer experimentar dependiendo de lo que crea que más le gusta al público.

VISIÓN: ¿Qué alcance ha logrado tener, en qué países ha estado y cómo ha sido la respuesta de la gente ante la música que está haciendo?

LDM: Estuve viviendo en Chile diecinueve años, desde que me separé pude viajar a Perú a cantar, tuve la oportunidad de estar en una entrevista de una radio, no me acuerdo cómo se llama el programa, porque fue hace por lo menos cinco o seis años atrás. Ahora vivo en Los Ángeles, Estados Unidos.

Durante la pandemia obviamente todo se congeló un poquitito, pude transmitir en vivo y hacer cosas online, pero físicamente ha sido mucho menos, casi nada en estos últimos años. Sin embargo, vemos cómo hay un mercado y un interés en los cantautores, porque en el fondo, más allá de que interprete o cante bossa nova, jazz y canciones de niños, yo escribo mis canciones.

Entonces, yo quiero sentarme y cantarle a mi público lo que escribo, y contagiarlos con lo que soy. Lamentablemente en Chile es muy difícil, a menos que sea una persona que está en televisión, que tiene un poco de fama y que la gente vaya a un café o un bar a escucharte porque te conoce, pero en general, no hay espacios para una persona “x” que escribe canciones y quiere mostrar su talento; es muy difícil, pues no hay vitrina.

En cambio en Estados Unidos, en general, se valora mucho más el arte, la creación y la individualidad artística. En un tiempo normal no de pandemia podrías tener veinte opciones de lugares donde ir a escuchar música original. Es bastante novedoso para la cultura que hay en general en Latinoamérica, al menos que yo conozca no es tan generoso con los creadores. Por eso me fui y, la verdad, es que me encanta.

Todos los días es una aventura. Tú puedes irte a un bar mañana y conocer a un gran productor que en tu vida te imaginaste, puede haber otras oportunidades que quizás no existen en este lado del mundo, pero uno debe jugársela, como dicen en Chile, y seguir su instinto e intentarlo.

VISIÓN: ¿Cómo empezó a escribir canciones y en qué se ha inspirado?

LDM: A los doce años cuando falleció mi padrastro, empecé a escribir, y a los quince tengo memoria de haber tenido una colección de letras de canciones en una carpeta. Recuerdo que me encerraba en el baño con mi hermana Flor, quien tenía dos años menos que yo. Allí nos gustaba grabar en un casete, me gustaba tocar la guitarra y crear composiciones.

Tengo grabadas canciones que hice en esta época en mi primer, segundo y séptimo disco. Entonces a esa edad yo diría que empecé a escribir letras que se pueden considerar “canciones” y no cosas más como infantiles, por decir algo así.

Cuando sentía la ausencia de mi papá decía: hoy falta la música. Así empecé a crear música y aprendí a tocar guitarra solita.

VISIÓN: Tiene una faceta muy importante en su carrera, y es precisamente que escribió un libro de poesía y fotografía ¿cómo fue esa experiencia y cómo recibió el público esta creación?

LDM: Desde que tenía trece años escribo diarios de vida, siempre me gustó hacerlo. Ahora están los celulares para redactar las notas cuando te inspiras. Pero en ese tiempo, me atrevo a decir como en 2012 o 2013 todavía tenía una libreta y un lápiz, que aún llevo en mi cartera.

Por ejemplo, vas al doctor y tienes que esperar, se demoran media hora y piensas en algo y escribes sobre eso. Entonces, tenía una libretita con hartos apuntes, pensamientos o poesías.

La verdad que no sabía que tan valioso era lo que escribía, porque después no volvía a leerlo. Un día mi mejor amigo me acompañó a cantar en Viña del Mar. Teníamos que viajar entre una y dos horas, por lo tanto, le dije: estás aburrido, saca una libreta que tengo en la cartera, si quieres lee lo que dice ahí.

Cuando terminó de verlo me dijo “Lúa esto me encanta, porque no escribes un libro”, y yo le contesté que estaba loco. No me había imaginado nunca que podía escribir. Mi padre biológico es poeta, así que no era tan lejano.

Entonces abrí un grupo de Facebook que se llamaba Poeta. Empecé a publicar algunas cosas para saber si había feedback de otra gente que comparte sus propias creaciones. Así fue que al año más o menos apareció un editor chileno y me dijo: Lúa me gusta lo que estas escribiendo ¿quieres hacer un libro? Me encantaría diseñártelo para que lo publiques.

Así fue como acepté, estuve tres años escogiendo material y reuniéndome con él cada dos o tres meses para elegir qué iría en el libro. Hice una campaña en internet diciéndoles que quería publicar un texto de poesía, la gente me ayudó a juntar la plata. Lancé en el 2016 la primera edición, de “Nua del silencio” que significa “desnuda”, así se llama la obra.

Andrés Cánepa, un fotógrafo chileno espectacular se sumó al proyecto. Le dije “quiero contar historias con imágenes”, para ilustrar la poesía aprovechando que soy actriz”. Así surgió la idea de las fotos.

En el 2021, después de cinco años, es decir durante pandemia, hice la traducción del libro al inglés y portugués. Como ya me encontraba en Estados Unidos me decían que les encantaba, pero que lo tradujera, pues no lo entendían, y en Brasil fue igual.

Si Dios quiere en febrero o marzo ya va a estar disponible en Amazon la nueva versión en los tres idiomas, y también en formato de audiolibro. Así mismo, escribí un musical inspirado en mi obra que ahora estoy remontando para presentarlo para mayo en Chile. Así que ese libro ha sido muy especial, pues me ha abierto muchas puertas y han nacido otros proyectos hermosos.

VISIÓN: Tuvo en 2015 una nominación en los Premios Pulsar como mejor artista balada pop.

LDM: Sí, fue increíble porque en Chile mucha gente hace balada pop, y que te tengan en cuenta es un gran honor, así que fue muy bonito.

VISIÓN: ¿Cuáles son los sueños de Lúa a futuro con su carrera artística?

LDM: El día que ya no esté en el planeta, quiero llevarme la satisfacción de haber hecho sonreír, bailar, llorar, emocionarse y soñar a la mayor cantidad de gente posible. Ya sea con mis canciones, poesía de alguno de mis libros, por mi actuación en una película o la música infantil.

Quiero que me recuerden por cualquiera de estas cosas que me apasionan, y que hago con mucho cariño, me encantaría saber que hice cierto tipo diferencia, y que la vida fue un poquito más luminosa y menos triste por lo que yo pude entregar. Esa es mi meta, es mi sueño.

Quiero dejarlos invitados a conocer mi trabajo en mi página web www.luademorais.com, por si quisieran contactarse conmigo, conocer más de mi libro o de mi música.

Compartir
Author

Natalia Salamanca

Comunicadora social y periodista, con experiencia en reportería para prensa, desarrollo de entrevistas, elaboración de notas de política, salud y temas culturales. Natalia se especializa en la redacción de artículos para páginas web, actualización de noticias y apoyo en la consecución de contactos a nivel de América Latina.