Víctor García: “Este plan migratorio se enfoca en la transformación del ser”
Desde el inicio del gobierno del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en el 2020 las cifras de migrantes que han llegado a ese país desde distintos puntos de Latinoamérica han sido las más altas en veinte años. En 2022 se batió un récord inédito en las detenciones de migrantes sin documentos regulares en la frontera de EE.UU con México. Las autoridades fronterizas interceptaron migrantes más de 221.000 veces, un 33 % más que en febrero del año anterior, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. Estas personas en su mayoría buscan oportunidades de empleo y de progreso, dejando todo en sus países de origen para alcanzar el "sueño americano".
La entrada de la nueva administración generó gran expectativa sobre las medidas que tomarían para enfrentar el problema migratorio, pero los desafíos parecen aún estar lejos de ser solucionados.
En entrevista exclusiva con VISIÓN, el empresario mexicano, Víctor García, director general de Lake Michigan Fearhers and Down, habló acerca de un programa que pretende mejorar la calidad de vida de los migrantes a EE.UU. a través de una iniciativa de migración controlada “Construyendo nuevos seres”.
Este ambicioso proyecto busca para el migrante, según García “un proceso seguro de trabajo en el cual estaría en contacto permanente con su gente, tendría todos los servicios de seguridad y salud, y podría estar enviando fondos directamente a sus familias a la cuenta que ellos quieran y tendría un regreso tranquilo a casa”.
VISION: ¿Cuál es su diagnóstico sobre el manejo migratorio entre México y Estados Unidos?
Víctor García: Desde que empezó la administración de Biden ha habido una gran apertura, pues se les está dando un trato más humano a los migrantes. Desafortunadamente llegó con la era COVID y eso generó una necesidad mucho más fuerte de los ciudadanos en países como México y Centroamérica de buscar oportunidades. Ya que a raíz de esa situación sanitaria, se han disminuido las posibilidades de progreso para los jóvenes. De alguna forma el Gobierno norteamericano actual ha tratado de quitar los bloques que se habían puesto en la administración anterior y, a pesar de que ha habido resistencia interna, los programas han sido mucho más dignos para los migrantes que en el gobierno de Trump.
Sin embargo, se implementaron ciertos protocolos o leyes para bloquear la entrada rápida de las personas. Ese proceso legal siempre cuesta mucho tiempo y trabajo para intentar quitarlos y hacer un cruce mucho más eficiente. Muchos se están quedando en la frontera norte del lado mexicano en tanto les resuelven su situación migratoria. Realmente no ha sido tan eficiente como hubiera querido Biden, porque en realidad el problema sí es muy fuerte.
VISION: ¿Por qué los mexicanos se quieren ir a Estados Unidos?
V.G.: Creo que Latinoamérica sufre o carece de lo mismo. Aquí tenemos demasiados jóvenes con estudios y talentos a quienes, por desgracia, el mercado no ha podido establecer un mecanismo correcto para generar fuentes de trabajo competitivas.
Muchos salen de las universidades y no tienen oportunidades en México y ocurre lo mismo en toda la región, además un gran número de personas no tiene la posibilidad de trabajar en el campo o la construcción, y están buscando de alguna forma “cruzar el río”, como decimos los mexicanos para llegar al “sueño americano”.
Lo que nosotros estamos planteando es cómo podríamos establecer programas seguros para ambos países, tanto el que requiere la mano de obra, como el que la tiene, para que a mediano y largo plazo se tenga un resultado maravilloso para ambas naciones.
VISION: ¿Cómo funciona este programa y cómo nació la idea de cubrir las necesidades de esa mano de obra en Estados Unidos?
V.G.: La idea nació por la necesidad de la casa matriz de nuestra empresa en Estados Unidos, de tener mano de obra para soportar la producción que requeríamos. Esto fue antes de la pandemia y empezamos a platicar de cómo podíamos establecer un mecanismo para tratar de abastecernos del recurso humano, desde aquí en México, para Estados Unidos. Empezamos conversaciones con algunas autoridades, pero llegó la pandemia y se detuvieron muchas de las industrias en todo el mundo.
Al terminar la emergencia sanitaria y al ver el trato diferente a los migrantes con esta nueva administración retomamos el tema. Nos contactamos con algunas empresas e instituciones para ver cómo perciben el programa y si pudiera llevarse a cabo.
Por fortuna como no es un plan para solo prestar mano de obra y recibir dinero, sino que se trata de un programa más integral, desde la seguridad de la gente, servicios médicos, prestaciones sociales, facilidad para entrar y salir del país y que tengan conexión permanente con sus familias. Entonces lo ven viable ya que puede tener buenos frutos a mediano y largo plazo, pues estamos tratando de tocar el ser.
Es un beneficio para las empresas en Estados Unidos, pero sobre todo para los migrantes. Porque como sabemos cuándo logran cruzar al suelo estadounidense y son contratados de forma ilegal, tienen que estar escondiéndose, no pueden salir en cualquier momento, porque los puede detener la autoridad y regresarlos a sus países de origen de modo que pierden toda la riqueza que trabajaron.
Este plan se enfoca en la transformación del ser, creo que tenemos que revisar los sistemas macros en todo el mundo para ver dónde están las necesidades y los recursos para tratar de balancearlos. Ahora realmente podríamos decir que sí hay mucha riqueza en el mundo, pero está muy mal distribuida y la mejor forma de repartirla es a través del trabajo y la educación.
VISION: ¿Cómo ha avanzado la creación de este programa? ¿Ya han podido establecer conexiones con las autoridades en Estados Unidos y que posibilidades de éxito tiene?
V.G.: Estamos en la conformación del plan integral de los migrantes. Tenemos un nuevo embajador de Estados Unidos aquí en México, se llama Ken Salazar, él tiene una visión maravillosa de la migración. Acaba de llegar hace unos meses al país y estamos buscando una reunión con la Embajada americana para presentarles esta propuesta y solicitar todo su apoyo. Creo que tiene grandes posibilidades de realizarse este plan.
VISION: ¿Cómo funcionaría el programa? ¿Sería una especie de bolsa de empleo entre países?
V.G.: Lo haríamos a través de una fundación altruista la cual está conformada por varias personas que tienen el objetivo de transformar o “poner el granito de arroz”, como decimos en México, para que este mundo sea mejor.
Nosotros conseguiríamos una base de datos de las empresas en Estados Unidos que están requiriendo cierto tipo de talento y buscaríamos no tan solo en México, sino en Centroamérica y Latinoamérica, sobre todo en los países que están sufriendo más de este fenómeno, estableciendo contacto con las autoridades locales. Todo esto para ver qué tipo de personas están buscando, qué perfil se requiere para determinado puesto y nosotros haríamos un filtro en cuanto a capacidades y al comportamiento de estos candidatos en sus países de origen.
Va sonar un poquito agresivo para mucha gente, pero realmente queremos mandar a los mejores talentos de cada uno de los países para que la percepción del migrante cambie en Estados Unidos, porque muchas veces no es muy positiva. Entonces si nosotros calificamos a las personas que van a trabajar tanto en sus capacidades físicas como en sus actitudes, creo que tendríamos una gran oportunidad para cambiar esa imagen.
Tenemos grandes talentos, esto sería como premiar a estas personas. Yo amo a México y a Latinoamérica, pero cuando conoces bien la forma de vida de las familias americanas, es sorprendente lo que han hecho ellos en pocos años. Nosotros aquí tenemos miles de años de historia igual que América Latina, pero lo que ha hecho la sociedad americana en doscientos años es impresionante.
Tenemos que aprender de esta cultura en ese sentido, porque son muy disciplinados, sin perder nuestras raíces que son maravillosas. En Latinoamérica somos mucho más fraternales, primero la familia y luego los resultados. Entonces puede ser una gran combinación, porque hay que recordar que la sociedad americana pues también tiene la combinación de montones de culturas de todo el mundo.
VISION: ¿Qué estatus tendrían las personas contratadas para trabajar en Estados Unidos?
V.G.: El estatus de entrada sería de migrantes temporales, dependería mucho de la aprobación por parte de la Embajada de los Estados Unidos, pero creo que todos los puntos ahorita están a nuestro favor como latinoamericanos, porque tenemos gente capacitada, buena, y ellos requieren de ese recurso humano. Afortunadamente el mercado americano está creciendo a pesar de todo lo que está sucediendo alrededor del mundo con la invasión rusa y la era post Covid, entre otras cosas.
Tuve una reunión aquí en México con el gobernador de Utah, Spencer Cox, algunas personas de su gabinete y empresarios nos presentaron cifras de la necesidad de trabajadores en ese estado. Entonces es así como yo estoy seguro que muchos lugares en Estados Unidos están requiriendo trabajadores idóneos.
El beneficio para el migrante es tener un proceso seguro de trabajo, en el cual estaría en contacto permanente con su gente, tendría todos los servicios de seguridad y salud, y podrían estar mandando fondos directamente a sus familias a la cuenta que ellos quieran y tendría un regreso tranquilo a casa.
Además, no se trata solamente de trabajar, sino que hemos estado conversando con el grupo de la asociación, y tendríamos la maravillosa posibilidad de que, a lo mejor, una hora al día podríamos estar dictando cursos de desarrollo personal, de arraigo con las raíces de los lugares de dónde vienen los migrantes y también que conozcan la cultura americana, que también es muy rica.
Entonces realmente es un plan muy ambicioso. Sabemos que no es de fácil implementación, pero creemos que con la voluntad de los gobiernos que están ofreciendo la mano de obra, las empresas y los migrantes, podremos crear una conexión global macro.
VISION: ¿Ustedes estarían enfocados inicialmente en dar empleo o tienen pensado otro campo de acción con este programa?
V.G.: Partiríamos con la migración controlada y al mismo tiempo estamos tratando de tocar el alma del migrante. No queremos que regresen a casa con dinero nada más, sino que ellos hayan tenido la visión de evolucionar hacia un ser mucho más consciente de los efectos que producimos en nosotros y en los demás. Ese el objetivo más importante.
Realmente el mundo está cambiando de una forma muy rápida. Lo vemos con la tecnología y tenemos que prepararnos para lo que viene, porque serán cosas muy fuertes. Vamos a llamarle violentas, en cuanto a la velocidad. Habrá un nuevo mundo después de la invasión a Ucrania por parte de Rusia. Se van a tocar muchísimas formas de pensamiento, van a mover muchos capitales; sobre todo los jóvenes y la gente que requiere de más dinero debe estar muy consiente hacia dónde está llevando su destino de vida.